Vamos a follar!

Hace un par de días estaba sentada en la biblioteca leyendo y sin ánimo de ser chismosa (bueno un poco), no pude evitar ponerle cuidado a la conversación de un grupo de chicas que estaban a mi costado, en la que una de ella les decía a sus amigas “ando en un verano, que tengo unas ganas de que me den como a puerta vieja” la expresión me causo mucha gracia y evidentemente no pude evitar reírme, casi que le digo… amiga mía me uno a tu causa, yo también estoy igual. Sin embargo, lo que me saco de cuadro fue la respuesta de una de ellas, que con tono acusador le dijo “Cállate, deja de expresarte así, la gente pensará que somos unas vagabundas”… esta frase es la que me lleva a escribir este post.

Hablar de que nos gusta tener sexo, que también nos dan ganas de follar, no nos hace ni “Perras ni Zorras ni Suripantas” o si quieres un lenguaje más moderado “facilonas, de moral relajada y olvidada”. Hablar de sexo y de que también nos gusta y evidentemente nos dan ganas debería dejar de ser un Tabú. Yo no sé ustedes, pero yo estoy cansada del escándalo que hacen algunos cada vez que hablamos abiertamente de nuestros deseos y ganas, ya me cansé de las mojigaterías que se esconden detrás de esa palabra.

Parece que cuando las mujeres hablamos de que nos gusta el sexo, que tenemos días en que las ganas están más alborotadas y a flor de piel y decimos que nos encantaría follar con tal o cual persona, nos miran como si hubiésemos invocado a Hitler, como si por ser mujeres no deseáramos con la misma intensidad que los hombres.

Cuando hablamos de sexo abiertamente y sin pelos en la lengua (de manera literal), no falta a la que se le cae el calzón y no por pasión, sino porque se escandaliza. Créanme cuando les digo que siguen existiendo mujeres que de manera consciente o inconsciente promueven con sus comentarios y juzgamientos ridículos ese machismo engendrado que tanto mal nos ha hecho.

Aún estamos en una sociedad en donde los hombres si pueden decir a grito herido “quiero tirar con tal persona” y todos lo ven como algo normal y natural, pero cuando somos nosotras, somos las fáciles.

Pues les digo amigas mías, follar es de los placeres más ricos que hay, además de tener muchos beneficios como por ejemplo, mejorar la calidad de la piel y el cabello, quemar calorías, bajar el estrés, además de mantenerte en un estado de felicidad y éxtasis. Tener sexo tiene beneficios similares a los de ir al GYM y sin tanto sacrificio.

Pena y vergüenza debería darnos escoger malos mandatarios y representantes, no hablar de sexo. Si nos juzgan, que sea por defender nuestras ideas con argumentos, no porque decimos que también nos dan ganas de FOLLAR.

Y sí estas con alguien que te gusta y te pone caliente y sabes que más temprano que tarde van a terminar en una maratón pero entre sabanas, no esperes a que sea él quien te diga “vamos a mi casa a ver Netflix” se tú quien toma la delantera y lánzate y sin tanto adorno dile “Vamos a follar”.

Ojo… el sexo jamás será malo, pero debe ser llevado con responsabilidad y de mutuo acuerdo.