El amor en los tiempos del tinder
- La desinhibida

- 18 oct 2019
- 4 Min. de lectura
El Amor en los Tiempos del Cólera, es una obra majestuosa que solo pudo ser creada por alguien como Gabo*, sin embargo, el amor en los tiempos del Tinder es otra historia. Es una historia que como las monedas tiene dos caras, por un lado la de aquellas personas que suelen coincidir en un match con varias/os, y la otra, la de aquellos que por cosas del destino (que puede incluir una horrorosa foto de perfil o una descripción que deja mucho que desear) y a pesar de dar muchos like hacia la derecha no consiguen un buen promedio de match, y si lo consiguen en ocasiones son víctimas de Bullying o de alguien que no tiene mucho que hacer o perder y solo busca reírse o reflejar a través de otros sus propias inseguridades y miedos.
Pero bueno, el análisis sobre comportamiento humano lo dejamos para otra entrega. Ahora centrémonos en el famoso y tan descargado Tinder, pues a mí no me quedo otra alternativa que ser un número más en la estadística de descarga para poder analizar qué es lo que allí se cuece y oh... por dios, vaya sorpresa la que me llevé.
Primero tienes que crear tu perfil y poner una descripción que sea VENDIBLE (sí con mayúscula y negrita) porque en temas de Tinder tenemos que sacar a relucir nuestra capacidad de publicista, marketera y comunicadoras, porque obvio si quieres tener muchos match (y con eso reafirmar tu autoestima o que sigues vigente en el mercado), ni se te ocurra poner algo como: “hablo dormida, babeo la almohada y si como cebolla posiblemente dure tres días con eructos”, no amigas mías eso nooo se puede hacer, lo que me llevo a darme cuenta que desde el momento uno en el que decides entrar a descargar la aplicación del icono de la llama (no pensar en el camelido peruano), estamos dejando de lado la sinceridad y empezamos a adornar nuestra manera de ser cual árbol de navidad y ojo no digo que esto esté mal, porque cuando conocemos a alguien en la vida real, tampoco es que le soltemos toda nuestra información y vida cual explosión de Chernóbil, pero entre charla y charla y una que otra cerveza en mano (o el trago que tomen), vamos dando algunas pistas de lo que en realidad somos. Pero bueno, sigamos, luego de tener nuestra “apoteósica” descripción tienes que empezar a buscar tus mejores fotos, ojo la aplicación te recomienda no subir fotos con lentes de sol y es que obvio, los lentes son la mejor manera de arreglar tu aspecto si es que no eres muy bonito o no has sido bendecido con una cara como la de Chris Hemsworth (más conocido como Thor…es tan guapo que se me cae el calzón) o con el rostro sexy de Megan Fox, perdón por las comparaciones odiosas y presumidas. Luego de que gastas en promedio UNA HORA buscando las fotos más “sexys” y en donde el filtro se convierte en tu mejor amigo y aliado, por fin ya podrás decir que estás lista para empezar a deslizar hacia la derecha si te gusta alguien y lograr los ansiados match, si por el contrario no hay nada en el mercado “tindero” de lo que esperabas, fácil, desliza hacia la izquierda y ya!. Porque seamos sinceras, todo entra por los ojos, ya lo que resulta después es ganancia. Aunque supongo que está explicación de hacia dónde deslizar está de más, ya que si no has bajado nunca TINDER, conoces a alguien que sí y probablemente te has sentado a escoger quien va o no cual shopping*.
Hasta ahí todo va ok, si eres de la que se lanza a ser la primera que escribe luego del match por favor (por todos los santos Jesús y María), no salgas con el típico “Hola, que haces?”, Tinder también te reta a poner en práctica tus dotes de poeta y escritor y tu capacidad de improvisar, así que piensa muy bien lo que escribirás porque de ahí dependerá si hay respuesta o no.
Si pasaste esa prueba, vas a ver que 3 o 4 líneas de conversación después es muy probable que te pidan tu número de WhatsApp con el típico “hablemos mejor por ahí, casi no entro a esta aplicación, pero me alegra haberlo hecho porque te encontré”…Ok, te creo ;) , de ahí en adelante amigas mías ya dependerá de ustedes, el amor en los tiempos del Tinder, tiene algo de los libros de Gabo, un poco de fantasía, surrealismo y mucho realismo mágico, porque no todo lo que ves en Tinder puede ser verdad y si quieres conocer que es lo que hay detrás de la pantalla te recomiendo que pases rápido de lo virtual a lo real, con eso, primero no pierdes tiempo, energía e ilusión en alguien que puede que sea lo que no esperas; segundo, puede que sea tu príncipe azul con barba o sin ella o tu princesa con tacones y balón; y tercero nunca lo virtual superará lo real; un emoticón jamás compensará un beso y sí vas más allá.. una berenjena jamás será como un folle, así este sea casual.





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